I.-
La Solitaria que habita los intestinos de Evelin tenia una inconformidad: ¡no conocia el color de las venas! Estaba intrigada, una inexplicable curiosidad la invadia todos los dias, por la mañana y por la tarde, cada que el vaivén intestinal de su anfitriona la despertaba para ponerla a trabajar.
II.-
Evelin tomo con fuerza sus tobillos, las largas y rojas uñas parecian desgarrar los tejidos, su mandibula tensa apretaba la cinta de cuero negra que rodeaba su sudoroso rostro, las facciones finas e inocentes de sus ojos y su boca magicamente se transformaban, aparecian otras... desencajadas, rigidas, exitantes.
III.-
La Solitaria ahora esta contenta, el nuevo estilo de vida de Evelin la ha sentado bien, ya no se siente tan aislada,pero sobre todo ha resuelto sus dudas: ahora ya conoce el color de las venas.